16/12/13

Propiedades de los Huevos de gallina

Los huevos, son una fuente importante de proteínas, contienen todos los aminoácidos esenciales que no puede sintetizar el organismo de forma natural.
Son bajos en grasas y ricos en proteínas, vitaminas y minerales.

El huevo contiene gran parte de las vitaminas que el organismo necesita, excepto la vitaminaC.

Las proporciones de los nutrientes de los huevos de gallina pueden variar según el tipo y la cantidad del alimento, además de otros factores que puedan intervenir en la modificación de sus nutrientes, según la preparación de los huevos de gallina, pueden variar sus propiedades y características nutricionales.


Por cada 100 gr el huevo tiene los siguientes nutrientes:
Calorías 162 kcal.  Grasa 12,10 g.  
Azúcar 0,68 g.    Sodio 144 mg.
Hierro 2,20 mg.   Proteínas 12,68 g  
calcio 56,20 mg.   Potasio 147 mg. 
Yodo 12,70 mg.     Zinc 2 mg.  
Carbohidratos, 0,68 g.  Magnesio  12,10 mg. 
Fósforo 216 mg. Colesterol 410 mg.

Vitaminas
vitamina A  226,67 ug.   vitamina B1   0,11 mg.
vitamina B2  0,37 mg.    vitamina B3  3,33 mg.
vitamina B6  0,12 mg.   vitamina B9  51,20 ug.
vitamina B12  2,10 ug.    vitamina D 1,80 ug.  
vitamina K 8,90 ug.  vitamina E 1,93 mg.
Por su alta concentración en colesterol, este alimento no es recomendable para personas con con niveles altos en su sangre.

Sin embargo, la clara de huevo, que parece no tener muchos nutrientes, nos aporta varios beneficios.

Por cada 100 gr de clara de huevo
 0,20 mg. de hierro, 11,12 g. de proteínas
11 mg. de calcio, 154 mg. de potasio
6,80 mg. de yodo, 0,02 mg. de zinc
0,70 g. de carbohidratos, 12 mg. de magnesio
170 mg. de sodio   0,20 g. de grasa,
49,10 kcal. de calorías   
0,70 g. de azúcar  21 mg. de fósforo 
0 mg. de purinas  0 mg. de colesterol

Aporte de vitaminas por cada 100 gr
0,02 mg. de vitamina B1
0,01 ug. de vitamina K
0,32 mg. de vitamina B2 
3,42 mg. de vitamina B3
0,14 ug. de vitamina B5
0,01 mg. de vitamina B6
7 ug. de vitamina B7
9,20 ug. de vitamina B9
0,10 ug. de vitamina B12
0,30 mg. de vitaminaC

El huevo de gallina, es quizá el más versátil de entre todos los que tenemos en nuestra cocina y por eso está presente en infinidad de recetas: ensaladas, guisos, cremas, salsas, postres, rebozos, etc.
Sin embargo, a pesar de su omnipresencia, el huevo es realmente un gran desconocido para muchas personas.

Al igual que sucede con cualquier alimento, la calidad de los huevos disminuye a medida que pasa el tiempo, especialmente cuando permanecen a temperatura ambiente, conservando a temperaturas de entre 1 y 10 ºC con una humedad relativa inferior al 80%, podemos retrasar de forma significativa este envejecimiento si los para evitando el desarrollo de hongos y otros microorganismos en la superficie de la cáscara.

La legislación recomienda no refrigerar los huevos antes de su venta para evitar así los cambios bruscos de temperatura, que podrían provocar un deterioro del huevo y su contaminación microbiológica, con el consiguiente riesgo sanitario.
Se pretende evitar especialmente que se produzcan saltos desde bajas a altas temperaturas, que pueden ocasionar condensaciones de agua en la superficie del huevo, lo que facilitaría el desarrollo de microorganismos y su entrada al interior a través de los poros que posee la cáscara.

Es por esto, que los huevos se encuentran en los centros comerciales sin refrigeración, sin embargo cuando los llevamos a casa, si se recomienda su conservación refrigerada.

Los huevos han de consumirse frescos, la cascara del huevo es porosa, característica importante para la vida del producto.

El huevo está compuesto principalmente por agua. A medida que pasa el tiempo, parte de este agua se escapa en forma de vapor a través de los poros que tiene la cáscara, lo que provoca una disminución de peso y también un aumento de la cámara de aire que el huevo tiene en su interior.
El huevo fresco no flota debido a que es más denso que el agua, pero a medida que envejece, pierde peso y el tamaño de su cámara de aire aumenta (la densidad del huevo disminuye), por lo que flota cada vez más. Si el huevo subiera hasta la superficie, habría que descartarlo para el consumo.
No debemos lavar ni limpiar los huevos porque podemos dañar la cáscara, que actúa como barrera para la entrada de microorganismos que podrían deteriorar el producto y/o provocarnos enfermedades.

Si aún así, deseas lavarlos o limpiarlos, debes hacerlo justo antes de su cocinado pasando un paño suave o lavarlos, siempre que a los dejes bien secos después.

zerezas.-

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