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9/6/13

Conejo guisado con setas

La carne de conejo es muy recomendada por su rica proporción de proteínas y muy apropiada en dietas bajas en ácido úrico y diabetes.

 Su carne rosada es suave y delicada, apenas contiene grasas y es muy versátil en los guisos.

El Conejo guisado con setas es un ejemplo.

Seta de cardo: es una de las setas más sabrosas y apropiadas para todo tipo de platos.

La carne es blanca, de olor fúngico y sabor delicado.

Se la encuentra en grupos en verano y en otoño.

Este plato también se puede hacer con la seta ostra cultivada

Conejo guisado con setas




1 K de conejo para hacer al ajillo

400 g. de setas de cardo

1 cebolla grande

5 dientes de ajo

300 ml de vino blanco y otro de coñac

300 ml de caldo de carne

2 hojas de laurel

tomillo, romero, perejil, hierbabuena (fresco a ser posible) también se puede utilizar seco

1 cucharada rasa de postre de harina para espesar

Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)

Aceite de oliva 

Preparación

Ponemos una cazuela con aceite el conejo salpimentado,

sin dejar de remover hasta que este doradito.

 Sacar y reservar.

 


Lavamos las setas, cortarlas para que se distribuyan bien en el guiso.

Esta especie suelta mucha agua, así que hay que dejarlas al fuego hasta que se reduzca.

En una cacerola no muy honda, ponemos un chorro de aceite de oliva.

Picamos la cebolla y el ajo y lo ponemos a pochar, primero doramos un poco la cebolla y luego añadimos el ajo, para que este último no se queme.

Cuando la cebolla y el ajo hayan pochado, salpimentamos el conejo.

Añadimos el conejo a la cazuela para que se dore bien y se vaya cocinando con el sofrito anterior.

Vertemos el vino blanco en cuanto veamos que el conejo va cambiando de color y lo dejamos reducir 4 minutos.

añadimos una cucharadita (de café) rasa de harina y la disolvemos bien en el guiso para que no queden grumos, dejamos a fuego bajo unos 15 minutos.

Mientras, picamos un diente de ajo y lo ponemos a dorar en una sartén con un hilo de aceite.

Cuando coja color, añadimos las setas, salteamos hasta que suelten su jugo y este se reduzca, unos cinco minutos, a fuego medio/bajo.

Reservamos.

Cuando el vino haya reducido bastante, añadimos el caldo de carne.

Rectificamos el punto de sal e incorporamos el laurel, el tomillo, el romero y el salteado de setas.

 Dejamos cocer durante 40 minutos a fuego bajo, hasta que la carne esté tierna.

El tiempo de cocción depende del tamaño de los trozos de carne y dependerá que el conejo esté más o menos tierno. Rectificamos de sal.

Si pasado el tiempo el conejo estuviese poco tierno y no queda salsa, añadimos un poco de agua con vino blanco y dejamos que siga cocinándose hasta que la carne esté en su punto. 

El secreto de este guiso reside en la ternura de la carne.

Servimos bien caliente y con un poco de pan, la salsa de esta receta es exquisita, os lo aseguro.

Si lo preparáis el día antes lo mejor para volver a calentarlo a la hora de consumirlo es usar la misma cazuela a fuego muy lento moviendo de vez en cuando.

Se puede acompañar de unas patatas fritas y con una ensalada tenemos un plato único riquísimo.

Propiedades Nutricionales:

1,50 mg. de hierro, 10,38 g. de proteínas, 22,80 mg. de calcio, 0 g. de fibra, 350 mg. de potasio, 1,80 mg. de yodo, 1,40 mg. de zinc, 0 g. de carbohidratos, 24,90 mg. de magnesio, 47 mg. de sodio, 0,34 ug. de vitamina A, 0,10 mg. de vitamina B1, 0,12 mg. de vitamina B2, 10,98 mg. de vitamina B3, 0,80 ug. de vitamina B5, 0,35 mg. de vitamina B6, 1 ug. de vitamina B7, 4,80 ug. de vitamina B9, trazas de vitamina C, trazas de vitamina D, 0,27 mg. de vitamina E, 4 ug. de vitamina K, 216 mg. de fósforo, 88,30 kcal. de calorías, 71,90 mg. de colesterol, 5,20 g. de grasa, 0 g. de azúcar y 132 mg. de purinas.

Tradicionalmente, la carne de conejo ha formado parte de la dieta mediterránea. Su bajo contenido en grasa y sus amplias posibilidades gastronómicas hacen que este tipo de carne esté recomendada para llevar una dieta sana y equilibrada.

  La carne de conejo es un alimento muy sabroso, digestivo y admite gran variedad de formas de preparación.   

 Hoy en día, entre la multitud de razas que existen, podemos distinguir básicamente entre dos tipos:

el conejo de monte: es carne de caza, más rojiza y con más sabor, a la vez que más dura y con menos grasa.

el conejo de granja: de carne rosada, de sabor suave y textura tierna, es el que normalmente compramos en el supermercado.

 Beneficios para la salud

Es un alimento magro, por lo que es bajo en grasas.

Está recomendado en dietas bajas de colesterol, sobre todo, en caso de enfermedades o trastornos cardiovasculares.

Las personas con ácido úrico pueden beneficiarse de todas sus ventajas nutricionales, ya que su contenido en este elemento es nulo.

Al ser rico en vitamina B12 está aconsejado su consumo para mujeres embarazadas o durante la lactancia materna.

Ayuda a personas con problemas estomacales, siendo una carne fácil de digerir.

Su bajo contenido en sodio la hace interesante para personas con hipertensión.

Tiene un elevado contenido en potasio, que regula la función muscular y la hace idónea para las personas deportistas.

Recomendado en dietas de adelgazamiento junto con la carne de pollo y pavo, por su bajo contenido calórico.

  El conejo tiene un despiece variado y cada una de las porciones se caracteriza por un sabor y textura determinada:

Muslos: es la carne más magra y carnosa del conejo. Esta parte se recomienda para hacer escabechados.

Lomos: se caracterizan por su carne tierna y fibrosa, que se cocina bien a la cazuela, sartén o al horno. En filetes son fáciles de consumir, especialmente para los niños al no poseer huesos.

Paletillas: las paletillas de conejo son tiernas y jugosas. Están especialmente indicadas para hacerlas en barbacoa o al horno de leña, aunque admiten todos los métodos de cocción.

Costillas: son particularmente tiernas y sabrosas y son perfectas para elaborar guisos y arroces, ya que además se cocinan muy rápidamente.

Hígado: el hígado de conejo es intenso y fino en comparación con el de otras carnes y resulta apropiado para cualquier tipo de plato.

  Versatilidad en la cocina

En la gastronomía española, hay un sinfín de recetas donde el conejo está presente: conejo al ajillo, patatas guisadas con conejo, paella con conejo, conejo con caracoles, con almendras, al limón, al romero...

 El despiece de un conejo de tamaño medio se acostumbra a hacer en seis piezas, las patas de delante, los muslos y el lomo cortado en dos trozos. Admite todo tipo de cocciones, pero es aconsejable no guisarlo durante demasiado rato, ya que entonces nos quedará la carne fibrosa.

Si queremos que la carne nos quede más tierna, una buena manera es ponerlo en remojo con leche durante 24 horas antes de guisarlo.

Otras recetas

Arroz con conejo

conejo a la cazadora

Zerezas.-

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2 comentarios :

  1. Que buenísima pinta tiene este arroz, hay que catarlo. saludos.

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    Respuestas
    1. Si estaba muy rico, es un plato económico y fácil de hacer
      gracias por comentar.
      un saludo.

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